viernes, 5 de junio de 2015

TTA con cuña porosa

Hoy queremos compartir con ustedes algunos casos intervenidos por Rotura de Ligamento Cruzado Anterior (RLCA) mediante la técnica conocida como TTA o Avance de la tuberosidad tibial con cuña porosa de Titanio. Antes daré una breve introducción sobre el ligamento cruzado y posterior describiré la técnica y sus ventajas sobre otros procedimientos.

La rotura del ligamento cruzado anterior es una de las patologías más comunes en el perro y la causa más frecuente de artrosis degenerativa secundaria en la articulación de la rodilla.
Las funciones del ligamento cruzado craneal (LCA) son limitar la rotación interna de la tibia y el desplazamiento craneal de la tibia con respecto al fémur y prevenir la hiperextensión de la rodilla.

Patogenia
El LCA sufre, por causas no completamente aclaradas, un proceso degenerativo, que resulta primero en una rotura parcial, y más tarde en la rotura completa con la consiguiente inestabilidad de la rodilla, osteoartritis, lesiones meniscales, dolor y perdida de función de la articulación. Este proceso degenerativo resulta, aun en casos de mínimo traumatismo, en la RLCA. Los mecanismos de lesión están relacionados a las funciones normales del LCA:
• Excesiva rotación interna de la tibia con la articulación de la rodilla flexionada 130-160º.
Ocurre cuando el animal gira de forma brusca con la extremidad firmemente plantada en el suelo.
• Hiperextensión forzada de la articulación. Se produce cuando el animal introduce la extremidad en
un agujero o depresión a paso rápido.

Afecta principalmente a perros de razas grandes (perros mayores de 20kg.) y a razas con ángulo femorotibial hiperextendido (Labradores, Pitbulls, Rottweiler, Bóxer, son las razas que más recibimos). En ocasiones se observa también en gatos obesos sedentarios.
Los animales obesos que no realizan ejercicio habitualmente y los animales fuertes muy activos suelen afectarse con mayor incidencia.
Existe cierta predisposición a padecer RLCA en animales con anomalías posturales por aplomos anormales congénitos (valgus, varus, luxaciones de rótula, etc.) o adquiridos (fracturas antiguas).
También se asocia la presencia de RLCA en animales con artritis inmunomediadas (por ejemplo secundaria a leishmaniosis), hipotiroidismo, sepsis, etc.

La RLCA puede cursar de forma completa con inestabilidad extrema, o parcial con una inestabilidad menor. La mayoría de los animales no tratados desarrollan cambios degenerativos a las pocas semanas y graves a los pocos meses. Se ha comprobado que el LCA de la extremidad contraria se romperá en menos de 2 años en el 30-40% de los perros que sufren una RLCA.

Existen una serie de patologías asociadas a la RLCA:
– Rotura de menisco. Puede producirse el desgarro del menisco en el mismo momento de la lesión del ligamento cruzado anterior o bien posteriormente, como consecuencia del desplazamiento anormal en sentido craneal y rotacional que sufre la tibia al apoyar la extremidad afectada. En la mayoría de los perros se lesiona más frecuentemente el cuerno caudal del menisco medial.
– Luxación de rótula. En razas pequeñas la RLCA es secundaria a una luxación medial de la rótula, como consecuencia del incremento de la rotación medial de la tibia, pues el ligamento cruzado anterior, situado lateralmente, sufre mayores fuerzas de tracción al rotar la tibia en dicho sentido. La sinovitis
resultante de la luxación de rótula debilita al LCA y contribuye a su rotura.

– Enfermedad degenerativa articular (EDA) u osteoartritis. Ya se comentó anteriormente que debido a la inestabilidad de la articulación se producen signos de degeneración de la misma con presentación de osteofitos y enteseofitos periarticulares y erosión articular.

Una vez hemos comprendido como se produce esta patología y hemos llegado al diagnóstico es hora de decidir que procedimiento realizar. 
Nosotros en Petclub realizamos 3 procedimientos de manera rutinaria,
Inicialmente para pacientes menores de 10kg por mucho tiempo realizamos técnicas extracapsulares como lo es la sutura lateral con Nylon y Crimps de acero; una técnica sencilla de realizar, rápida, con costos moderados y rápida recuperación, sin embargo reservada para la minoría de los casos.
En pacientes de talla grande realizábamos osteotomías de nivelación de la meseta tibial, una técnica más compleja con recuperación mas lenta, tiempo quirúrgico mas prolongado y costos mas elevados.

Hoy en día hemos cambiado a la TTA y con el kit de Cuñas porosas de Titanio resolvemos casos de pacientes muy pequeños hasta los más grandes. Una técnica fácil de realizar, incisiones pequeñas, recuperación rápida y costos menos elevados que con otros sistemas tradicionales de TTA

A continuación una breve descripción de la técnica en imágenes (Bulldog 25kg).

Iniciamos con un abordaje medial a la cresta tibial, nos preparamos para la osteotomía, Para ello  debemos encontrar el Tuberculo de Gerdy y el ligamento Rotuliano, introducimos nuestro separador especial para lograr acomodar la guía de corte.
 Seguido realizamos el agujero de Maquet y con la broca fijamos en posición la guía. Previamente hemos medido donde colocar este agujero, la longitud de la osteotomía y distancia al borde de la cresta tibial.
 Se aprecia donde se ha realizado el corte y retiramos la guía de corte y el separador. En este momento debemos abrir la ostetomía con mucho cuidado de no fracturar la cresta en el agujero de Maquet. Para realizar esta distracción usamos un instrumento especial y el retractor. Poco a poco abrimos hasta conseguir el adelantamiento deseado.

 Introducimos la cuña porosa de titanio y colocamos una placa pequeña de titanio con 3 agujeros. Uno en la diáfisis tibial y otros 2 mas pequeños en la cresta tibial. Lavamos con solución salina estéril y cerramos por capas de manera habitual.

Resultado Post op

Resultado Post Op

Coloco también las radiografías postop de un paciente raza Labrador con Rottweiler de 44kg.



Ambos casos iniciaron con una cojera °4 y con perdida de masa muscular. 10 días post cirugía la cojera ha pasado de un °4 a °1 con un caminado mucho mas armonioso. El reposo recomendado en estos casos va de 6 a 8 semanas,
Ambos casos se realizaron hace aproximadamente un mes y la cojera es casi imperceptible lo que demuestra que es una técnica de elección para la solución de RLCA.